ONDAS DE CHOQUE

Ondas de choque – Clínica MCD

 

Las ondas de choque son ondas acústicas de alta energía que pueden generarse de distintas formas tecnológicas diferenciadas por su generador focal o generador radial.

Actualmente, son ampliamente utilizadas en la medicina regeneradora, en la rehabilitación musculo-esquelética para tratar la inflamación, la calcificación, los procesos condrales y para el alivio del dolor. Es ya, por tanto, un procedimiento terapéutico habitual de primera opción, sobre todo en fisioterapia, ortopedia y medicina deportiva.

Las ondas de choque con fines terapéuticos son unas ondas de presión que se generan de forma rápida con una fase de presión positiva seguido de una fase de presión negativa con suficiente fuerza tensil para provocar cavitación en un fluido.

Tipos de ondas de choque

 

Existen dos tipos de ondas de choque (Radial y Focal), esto es relevante tanto para el protocolo de tratamiento como para su aplicación según el tipo de lesión.

En la clínica MCD, disponemos de las ondas de choque de tipo radial, son ondas generadas neumáticamente que se aplican sobre tejidos blandos de manera superficial con una máxima penetración de 40mm. Sus aplicaciones son variadas como, por ejemplo, en las tendinosis o tendinitis tanto si esta calcificada o no, tendinopatía de hombro, rodilla o codo; en la bursitis trocantérea, en el síndrome de la fricción de la cintilla iliotibial o puntos gatillo. Esta técnica no es invasiva, muy segura, menos dolorosa y se puede realizar a nivel ambulatorio.

El equipo de ondas de choque radial que se precie está compuesto de un compresor externo de aire, una sonda radial libremente móvil que se pone en contacto con la piel mediante un gel conductor y un panel de control donde se puede cambiar la intensidad, frecuencia y número de impulsos a realizar por paciente.

Tipos de ondas de choque

 

Existen dos tipos de ondas de choque (Radial y Focal), esto es relevante tanto para el protocolo de tratamiento como para su aplicación según el tipo de lesión.

En la clínica MCD, disponemos de las ondas de choque de tipo radial, son ondas generadas neumáticamente que se aplican sobre tejidos blandos de manera superficial con una máxima penetración de 40mm. Sus aplicaciones son variadas como, por ejemplo, en las tendinosis o tendinitis tanto si esta calcificada o no, tendinopatía de hombro, rodilla o codo; en la bursitis trocantérea, en el síndrome de la fricción de la cintilla iliotibial o puntos gatillo. Esta técnica no es invasiva, muy segura, menos dolorosa y se puede realizar a nivel ambulatorio.

El equipo de ondas de choque radial que se precie está compuesto de un compresor externo de aire, una sonda radial libremente móvil que se pone en contacto con la piel mediante un gel conductor y un panel de control donde se puede cambiar la intensidad, frecuencia y número de impulsos a realizar por paciente.

EFECTOS FISIOLÓGICOS

Los efectos fisiológicos de la terapia de ondas de choque y su forma de acción son los siguientes:

  • Causar microscópicos efectos biológicos intersticiales y extracelulares que producen una mecanotrasducción que fomenta la regeneración de tejidos. A partir de este efecto general fisiológico se producen los siguientes efectos:
  • Efectos analgésicos: por destrucción de terminaciones nerviosas no melianizadas, por inhibición medular e inhibición de terminaciones nerviosas por liberación de endorfinas como por saturación de factor P.
  • Efectos antiinflamatorios: por degradación de los mediadores de la inflamación por hipertermia inducida.
  • Aumento temporal de la vascularización: por parálisis simpática inducida por las ondas de choque.
  • Activación de la angiogénesis o formación de nuevos vasos sanguíneos: por la rotura intraendotelial de los capilares con migración de las células endoteliales al espacio intersticial y activación del factor angiogénico.
  • Fragmentación de los depósitos cálcicos: este se produce por el propio efecto mecánico de las ondas sobre los depósitos cálcicos mediante fuerzas tensiles dinámicas en el propio estrato cálcico.
  • Neo-osteogénesis en procesos de pseudoartrosis y retardos de consolidación: el efecto fisiológico, en este caso, se produce por la estimulación osteogénica (osteonectina) por micronización osteogénica.

 

¿LAS ONDAS DE CHOQUE DUELEN?

La terapia de ondas de choque es segura, nada agresiva y en la mayoría de las personas proporciona una recuperación progresiva de la lesión. El dolor al inicio del tratamiento es totalmente soportable y por su efecto analgésico este dolor va remitiendo ya en la primera sesión, a medida que se aplica el tratamiento. Siempre y cuando hablemos de las ondas de choque de presión radial que, como se indicaba anteriormente, son menos invasivas que las focales y su acción es más suave sobre los tejidos.

INDICACIONES ESPECÍFICAS

Por otro lado, las indicaciones específicas de la terapia de ondas de choque son:

  • Epicondilitis y epicondilalgias: es una patología caracterizada por dolor en la cara externa del codo, sobre el epicóndilo (prominencia ósea más externa del codo), como resultado de una tensión mantenida o por sobreesfuerzos repetidos.0
  • Tendinitis y tendinopatías crónicas: la tendinopatía crónica designa una inflamación de los tendones que perdura en el tiempo.
  • Tendinopatías calcificantes: es una patología común en el hombro y produce dolor. 
  • Entesitis aquílea: que es la tendinitis del tendón de Aquiles.
  • Fascitis plantar y espolón calcáneo. Las ondas de choque son un tipo de tratamiento muy adecuado para tratar fascitis plantares u otro tipo de patologías de tipo inflamatorias como las tendinitis.
  • Pseudoartrosis y retardos de consolidación de las fracturas; en general, es aceptado que si la consolidación no es efectiva en 6-8 meses, estamos frente a una pseudoartrosis.
  • Fibrosis muscular postraumática: se llama así a la sustitución del tejido muscular por tejido fibroso o acumulación de fibras de colágeno tras un traumatismo.
  • Acciones sobre el tendón.
  • Aumento de tenocitos​ por lo que los tendones se irán regenerando. 

 

Los posibles efectos adversos se resumen en: hematomas subcutáneos, petequias, eritema. Por este motivo, las personas que tomen anticoagulantes no deben recibir este tipo de terapia.

Por otro lado, hay algunos estados físicos o enfermedades donde NO se recomienda la terapia por ondas de choque, como son: los procesos inflamatorios e infecciosos agudos, procesos hemorrágicos y tratamientos anticoagulantes, polineuropatías, neoplasias, enfermedades reumáticas sistémicas, fisis de crecimiento de los niños (cartílago de crecimiento) y zonas con gases como los pulmones.

 

¿QUÉ DOLENCIAS TRATAN?

El amplio campo de aplicación de técnicas fisioterapéuticas se ha beneficiado en gran medida de los avances en las técnicas de terapia de ondas de choque. Gracias a ello, es posible multiplicar el efecto curativo en casos de contracturas, dolores musculares y daños en los ligamentos.

En un principio, las ondas provocan una erosión mecánica que provoca una mecanotrasducción en los tejidos que se revierte en un efecto biológico beneficioso para el tejido tratado. Las ondas de choque regeneran los tejidos tratados, con el consiguiente alivio de dolores, mejora del estado general y reducción del riesgo de lesiones futuras.

  • Ondas de choque: epicondilitis: Dentro del ámbito de la fisioterapia, los dolores del antebrazo y, sobre todo, de esos tendones llamados epicondíleos, resultan muy comunes entre personas que practican deporte. Gracias a las ondas de choque, la epicondilitis se trata y se cura con un alto porcentaje de éxito. El también denominado codo de tenista tiene consecuencias que pueden ir desde las molestias leves hasta casi imposibilitar cualquier movimiento o torsión de la mano, muñeca o antebrazo, debido al intenso dolor.
  • Ondas de choque para fascitis plantar: El tratamiento para la inflamación de un tejido que va desde la planta del pie hasta los dedos, llamado la fascia plantar, es otra de las principales causas de que las terapias de ondas de choque se hayan extendido y generalizado. De hecho, las mejoras en los pacientes, después de varias sesiones, son notables, debido al estímulo de los tejidos que suponen las ondas de choque.

  • Ondas de choque para celulitis: Las ondas de choque se usan cada día con mayor frecuencia en el campo de la medicina estética y en centros o institutos de belleza. Los pequeños impactos que se ejercen contra las células adiposas y el tejido dilatado actúan directamente sobre la causa del problema, activando la circulación y ofreciendo excelentes resultados, más aun si se acompañan con una dieta equilibrada y ejercicio físico moderado.

  • Ondas de choque para tendinitis: Cuando los tendones se inflaman, entre las consecuencias están intensos dolores y molestias. Una vez que eso se produce en un determinado paciente, hay muchas probabilidades de que le vuelva a ocurrir. Por eso, un tratamiento con ondas de choque supone una mejoría rápida y evidente en su estado, al tiempo que una estrategia de prevención ante nuevos casos.

  • Ondas de choque: calcificaciones: Cuando un tejido se lesiona repetidas veces, sus células tienden a hacerse más duras, lo que aumenta la posibilidad de nuevas lesiones. Es lo que se denomina calcificación. Reblandecer y conseguir una regeneración de la zona puede hacerse de varias formas, siendo una de las más eficaces y rápidas la terapia mediante ondas de choque.

  • Ondas de choque: espolón: La terapia de ondas de choque consigue reducir los efectos dolorosos del espolón calcáneo, un crecimiento del hueso de la zona del talón. El desarrollo del espolón calcáneo se produce, en muchos casos, simultáneamente a la dolencia denominada fascitis plantar, por lo que un tratamiento de este tipo resulta doblemente efectivo.

 

Beneficios en los tratamientos deportivos / Puntos gatillo

 

Si hay indicaciones en donde las ondas de choque son especialmente eficaces es en aquellas que estén derivadas de la práctica del deporte. Porque en efecto, es un tratamiento para tratar las lesiones en los tendones y otros músculos de cuerpo, como en los casos de la epicondinitis, tendinitis, fascitis plantar y toda clase de afectaciones musculares y óseas.

Los principales beneficios de estas ondas acústicas se derivan del hecho de que es un procedimiento no invasivo y que no requiere de la aplicación de ninguna clase de anestesias. Ayudando, por otro lado, a que la recuperación sea mucho más rápida al acelerarse el proceso curativo de una forma correcta. Para que, de esta manera, la rehabilitación sea más satisfactoria para los pacientes.

Además, los efectos analgésicos de las ondas de choque reducen el dolor desde el inicio del tratamiento y al ser naturales no son en absoluto susceptibles de provocar un positivo de dopping. De cualquier forma, una de las características más relevantes de su utilización se deriva del hecho de que reduce o elimina el proceso de calcificación. Por estos motivos es necesaria el uso diligente de esta terapia una vez se haya diagnosticado la lesión correctamente. Para que tenga un doble efecto sobre la incidencia orgánica. Por una parte para la reversión de la inflamación, y por otra, para reducir el dolor como consecuencia de sus altas repercusiones analgésicos. Hasta el punto de que generará un notable alivio en el estado de los pacientes afectados.

CONTRAINDICACIONES

El tratamiento con ondas de choque está contraindicado en casos como:

  • Alteraciones de la coagulación.
  • Patología neurológica o vascular.
  • Inflamaciones agudas.
  • Tratamientos con cortisona en las seis semanas previas.
  • Niños en edad de crecimiento